De nuevo, y no hace un año de la última visita, volvemos a esta bella montaña.
En la ocasión anterior el ascenso se realizó por la vertiente norte, tomando como punto de partida la Estación Invernal de Candanchú. Y por fín, con el ascenso el día anterior a la Llena de la Garganta, completamos esta elegante Trilogía, ya que un año antes, en marzo de 2008, realizamos el ascenso a Llena del Bozo.
En esta ocasión, y tras casi 10 años sin subir por la vertiente sur, vamos al reencuentro de esta emblemática cima de la montaña del valle de Aísa.
Trepada fácil que puede exigir atención en los últimos tramos, especialmente si tiene nieve. Como siempre que venimos a esta zona pernoctamos en el albergue ''Valle de Aísa''.
En la ocasión anterior el ascenso se realizó por la vertiente norte, tomando como punto de partida la Estación Invernal de Candanchú. Y por fín, con el ascenso el día anterior a la Llena de la Garganta, completamos esta elegante Trilogía, ya que un año antes, en marzo de 2008, realizamos el ascenso a Llena del Bozo.
En esta ocasión, y tras casi 10 años sin subir por la vertiente sur, vamos al reencuentro de esta emblemática cima de la montaña del valle de Aísa.
Trepada fácil que puede exigir atención en los últimos tramos, especialmente si tiene nieve. Como siempre que venimos a esta zona pernoctamos en el albergue ''Valle de Aísa''.
Plano del Recorrido
Perfil del Recorrido
Itinerario
Para accede a este valle del Pirineos Aragonés tenemos que ir hasta Puente la Reina (N-240), donde tras cruzar el puente giramos a la izquierda dirección a Jaca. Entramos en Jaca y antes de llegar a la Ciudadela, junto a un parque, giramos a la izquierda. Se sale de Jaca por la A-2605 y se sigue la carretera durante 22 km. hasta llegar a Aísa. Al norte del pueblo nace una pista asfaltada paralela al río Estarrún. Esta pista finaliza 8 km. más allá, a los 1.480 m. de altitud, ante una valla metálica con puerta de acceso. Aquí dejaremos los vehículos.
Para accede a este valle del Pirineos Aragonés tenemos que ir hasta Puente la Reina (N-240), donde tras cruzar el puente giramos a la izquierda dirección a Jaca. Entramos en Jaca y antes de llegar a la Ciudadela, junto a un parque, giramos a la izquierda. Se sale de Jaca por la A-2605 y se sigue la carretera durante 22 km. hasta llegar a Aísa. Al norte del pueblo nace una pista asfaltada paralela al río Estarrún. Esta pista finaliza 8 km. más allá, a los 1.480 m. de altitud, ante una valla metálica con puerta de acceso. Aquí dejaremos los vehículos.
Cómo llegar
0:00 h. Puerta metálica
Pasamos la puerta de la valla metálica y por ancha pista dirección Norte nos dirigimos hasta los prados de Napazal, donde hay un refugio forestal (1.500 m.).
El río Estarrún hasta aquí forma corta garganta con varios saltos de agua que, aunque pequeños, son agradables de ver y disfrutar en todo tiempo.
Pasamos la puerta de la valla metálica y por ancha pista dirección Norte nos dirigimos hasta los prados de Napazal, donde hay un refugio forestal (1.500 m.).
El río Estarrún hasta aquí forma corta garganta con varios saltos de agua que, aunque pequeños, son agradables de ver y disfrutar en todo tiempo.
0:10 h. Prados de Napazal
Una pista cementada nos eleva hasta los prados de Napazal. Aquí la panorámica se amplía generosamente. La imponente Trilogía del Aspe, Aspe, Llena de la Garganta y Llena del Bozo, se eleva ante nosotros y a nuestra derecha contemplamos el pequeño circo que forman las cimas de Aspe, Lecherin y sus Mallos. El deshielo hace que el río baje algo crecido así que vadeamos éste hasta encontrar un paso. Una vez cruzado hemos de retroceder un poco para retomar la marcada senda. En nuestro ascenso se cruza un sendero por donde discurre una variante del GR-11. Desde este punto, a nuestras espaldas, aparecen en primer plano las praderas de Nazapal, y bajando de estás el valle de Aísa. Ganamos altura por sendero bien definido, siempre rumbo Norte, dejando abajo los Llanos de Rigüelo y buscando en la falda sur del Pico Aspe un paso característico donde las paredes forman una especie de embudo de piedra suelta que nos acercará a los 1.900 m. de altitud. La pendiente se acentúa y en algunos tramos es muy fuerte por lo que no viene nada mal tomarlo con tranquilidad y contemplar los bellos parajes que van apareciendo a medida que ascendemos.
Una pista cementada nos eleva hasta los prados de Napazal. Aquí la panorámica se amplía generosamente. La imponente Trilogía del Aspe, Aspe, Llena de la Garganta y Llena del Bozo, se eleva ante nosotros y a nuestra derecha contemplamos el pequeño circo que forman las cimas de Aspe, Lecherin y sus Mallos. El deshielo hace que el río baje algo crecido así que vadeamos éste hasta encontrar un paso. Una vez cruzado hemos de retroceder un poco para retomar la marcada senda. En nuestro ascenso se cruza un sendero por donde discurre una variante del GR-11. Desde este punto, a nuestras espaldas, aparecen en primer plano las praderas de Nazapal, y bajando de estás el valle de Aísa. Ganamos altura por sendero bien definido, siempre rumbo Norte, dejando abajo los Llanos de Rigüelo y buscando en la falda sur del Pico Aspe un paso característico donde las paredes forman una especie de embudo de piedra suelta que nos acercará a los 1.900 m. de altitud. La pendiente se acentúa y en algunos tramos es muy fuerte por lo que no viene nada mal tomarlo con tranquilidad y contemplar los bellos parajes que van apareciendo a medida que ascendemos.
0:50 h. Abrevadero / Embudo
También habremos disfrutado de las vista de Bisaurin, a nuestra izquierda, durante el ascenso a este paso. La pendiente se suaviza a medida que nos acercamos a los farallones que forman los picos de Aspe y Llena de la Garganta. Allí encontramos un abrevadero, buen lugar para descansar e hidratarnos un poco. Enfrente tenemos la entrada que en forma de “embudo” nos permite superar este primer escollo rocoso. La fuerte pendiente va ha ser una constante a partir de este momento. Se sigue la marcada senda por terreno mezcla de grava y tierra hasta alcanzar un resalte rocoso que a modo de pequeño valle de altura nos va a permitir tener una espléndida visión de “El Tubo”, así como de la Brecha de Aspe, a su izquierda y la cima, a su derecha. Aunque hemos evitado las lomas de nieve, durante el ascenso, nos vemos obligados a caminar por ellas, así que un alto para colocarnos las polainas y a seguir el ascenso.
También habremos disfrutado de las vista de Bisaurin, a nuestra izquierda, durante el ascenso a este paso. La pendiente se suaviza a medida que nos acercamos a los farallones que forman los picos de Aspe y Llena de la Garganta. Allí encontramos un abrevadero, buen lugar para descansar e hidratarnos un poco. Enfrente tenemos la entrada que en forma de “embudo” nos permite superar este primer escollo rocoso. La fuerte pendiente va ha ser una constante a partir de este momento. Se sigue la marcada senda por terreno mezcla de grava y tierra hasta alcanzar un resalte rocoso que a modo de pequeño valle de altura nos va a permitir tener una espléndida visión de “El Tubo”, así como de la Brecha de Aspe, a su izquierda y la cima, a su derecha. Aunque hemos evitado las lomas de nieve, durante el ascenso, nos vemos obligados a caminar por ellas, así que un alto para colocarnos las polainas y a seguir el ascenso.
1:25 h. Resalte rocoso
La marcada senda nos va haciendo ganar altura siempre por fuerte pendiente y por terreno no siempre cómodo. En los tramos de zona rocosa los hitos de piedras suplen a la desaparecida senda, que aparece y desaparece en función del terreno. Al intensificarse la pendiente nos dirigimos hacia un empinado e inestable canalón que permite superar el resalte rocoso. Estamos a unos 2.300 metros con los paredones meridionales del pico Llena de la Garganta, nos dirigimos hacia la derecha por unas terrazas inclinadas de piedra caliza.
La marcada senda nos va haciendo ganar altura siempre por fuerte pendiente y por terreno no siempre cómodo. En los tramos de zona rocosa los hitos de piedras suplen a la desaparecida senda, que aparece y desaparece en función del terreno. Al intensificarse la pendiente nos dirigimos hacia un empinado e inestable canalón que permite superar el resalte rocoso. Estamos a unos 2.300 metros con los paredones meridionales del pico Llena de la Garganta, nos dirigimos hacia la derecha por unas terrazas inclinadas de piedra caliza.
2:30 h. Brecha de Aspe
Se sigue el ascenso en dirección al visible pico de Aspe a cuya ladera oeste se llega a través de una brecha que ya domina hacia el norte el valle de Aspe muy impresionante. Para el descenso vamos a tomar ésta vía que desciende directamente desde este punto, anterior a la Brecha de Aspe, y que por fuerte pendiente de buena nieve desciende hasta el paso de "El Embudo". Dejamos atrás el collado y mantenemos, en fuerte ascenso, el camino hacia la Brecha Superior de Aspe, que sin nieve no ofrece ninguna dificultad pero que con nieve y/o hielo el tema se puede complicar. Con un poco de precaución se salva esta corta brecha.
Se sigue el ascenso en dirección al visible pico de Aspe a cuya ladera oeste se llega a través de una brecha que ya domina hacia el norte el valle de Aspe muy impresionante. Para el descenso vamos a tomar ésta vía que desciende directamente desde este punto, anterior a la Brecha de Aspe, y que por fuerte pendiente de buena nieve desciende hasta el paso de "El Embudo". Dejamos atrás el collado y mantenemos, en fuerte ascenso, el camino hacia la Brecha Superior de Aspe, que sin nieve no ofrece ninguna dificultad pero que con nieve y/o hielo el tema se puede complicar. Con un poco de precaución se salva esta corta brecha.
3:10 h. Brecha superior
Este es el punto en el que hay que prestar más atención de todo el recorrido: si hay nieve o hielo en la canal Sur hay que evitarlo o bien moverse con mucha precaución. El buen tiempo que nos ha hecho este día hace que en las proximidades de la cima se forme un pequeño atasco de gente que sube y baja. Buen motivo para esperar un poco a que bajen los que están en la ladera final y disfrutar de la vista del Valle de Aspe que ofrece este punto de unión de las subidas de Aísa y de Candanchú.
Este es el punto en el que hay que prestar más atención de todo el recorrido: si hay nieve o hielo en la canal Sur hay que evitarlo o bien moverse con mucha precaución. El buen tiempo que nos ha hecho este día hace que en las proximidades de la cima se forme un pequeño atasco de gente que sube y baja. Buen motivo para esperar un poco a que bajen los que están en la ladera final y disfrutar de la vista del Valle de Aspe que ofrece este punto de unión de las subidas de Aísa y de Candanchú.
3:20 h. Cima de Aspe
Una vez superada la brecha tan sólo queda ascender por la ladera del pico Aspe siguiendo un ligero senderito de hitos hasta la cumbre.
En la cima encontraremos un vétice geodésico, un buzón y si el tiempo acompaña una zona amplia donde descansar y contemplar la panorámica que este magnífico pico ofrece. Para mostrar la amplia panorámica que ofrece este monte hemos usados unas "Fotos de Archivo", las realizadas en la ascensión del verano de 2005, ya que ese día salió bastante limpio.
Una vez superada la brecha tan sólo queda ascender por la ladera del pico Aspe siguiendo un ligero senderito de hitos hasta la cumbre.
En la cima encontraremos un vétice geodésico, un buzón y si el tiempo acompaña una zona amplia donde descansar y contemplar la panorámica que este magnífico pico ofrece. Para mostrar la amplia panorámica que ofrece este monte hemos usados unas "Fotos de Archivo", las realizadas en la ascensión del verano de 2005, ya que ese día salió bastante limpio.
Panorámica
Si iniciamos nuestra panorámica por el oeste vemos, en primer plano, la vecina Llena de la Garganta, tras ésta la Llena del Bozo y algo más alejado el Bisaurín. Después aparece una cadena de cimas muy conocidas, desde el solitario Orhi, como primer dos mil de los pirineos hasta la inconfundible pirámide del Anie-Auñamendi. Al NO encontramos las cimas francesas, muy desconocidas por nosotros. Ya al N encajado entre los verdes y redondeados montes galos, el Valle de Aspe. Al norte está el pico de los Mojes sobre la Estación Invernal de Astún. Girando al este el siempre visible Midi d’Ossau, que inicia otra cadena de emblemáticas y conocidas cimas desde el Pico Palas hasta los Infiernos, ya al E en el Valle de Tena. A lo lejos, en el este, se aprecian los Treserols con el Monte Perdido como cima principal. Más cercanos, a la derecha del Canal de Izas, las cimas de la Pala de Ip, la Moleta, Collarada. Mucho más cerca, de este a sur, el Pico Lecherín y los Mallos Lecherines. Y terminando esta panorámica tenemos al sur unas interesantes vistas sobre Jaca y Peña Oroel y algo más al oeste el Valle de Aísa. El descenso se realiza por la misma vertiente, así que desandamos el tramo de la cima hasta la Brecha de Aspe. Al igual que en ascenso, recorreremos este tramo entre las brechas extremando la precaución en función del estado de la nieve y/o hielo...., es decir, como han de hacerse ¡¡¡SIEMPRE!!! las cosas en la montaña. Una vez superada la Brecha dejamos a nuestra izquierda la zona empleada para el ascenso y tomamos la amplia pala que desciende de forma directa y con determinación hacia el Valle de Aísa. Una vez pasado “El Embudo” se llega al abrevadero. De aquí tan sólo queda descender hasta el río, cruzarlo y de vuelta al coche.La bajada la realizamos en poco más de dos horas y media pero, como siempre pasa en estos temas de los tiempo, todo es relativo....
Si iniciamos nuestra panorámica por el oeste vemos, en primer plano, la vecina Llena de la Garganta, tras ésta la Llena del Bozo y algo más alejado el Bisaurín. Después aparece una cadena de cimas muy conocidas, desde el solitario Orhi, como primer dos mil de los pirineos hasta la inconfundible pirámide del Anie-Auñamendi. Al NO encontramos las cimas francesas, muy desconocidas por nosotros. Ya al N encajado entre los verdes y redondeados montes galos, el Valle de Aspe. Al norte está el pico de los Mojes sobre la Estación Invernal de Astún. Girando al este el siempre visible Midi d’Ossau, que inicia otra cadena de emblemáticas y conocidas cimas desde el Pico Palas hasta los Infiernos, ya al E en el Valle de Tena. A lo lejos, en el este, se aprecian los Treserols con el Monte Perdido como cima principal. Más cercanos, a la derecha del Canal de Izas, las cimas de la Pala de Ip, la Moleta, Collarada. Mucho más cerca, de este a sur, el Pico Lecherín y los Mallos Lecherines. Y terminando esta panorámica tenemos al sur unas interesantes vistas sobre Jaca y Peña Oroel y algo más al oeste el Valle de Aísa. El descenso se realiza por la misma vertiente, así que desandamos el tramo de la cima hasta la Brecha de Aspe. Al igual que en ascenso, recorreremos este tramo entre las brechas extremando la precaución en función del estado de la nieve y/o hielo...., es decir, como han de hacerse ¡¡¡SIEMPRE!!! las cosas en la montaña. Una vez superada la Brecha dejamos a nuestra izquierda la zona empleada para el ascenso y tomamos la amplia pala que desciende de forma directa y con determinación hacia el Valle de Aísa. Una vez pasado “El Embudo” se llega al abrevadero. De aquí tan sólo queda descender hasta el río, cruzarlo y de vuelta al coche.La bajada la realizamos en poco más de dos horas y media pero, como siempre pasa en estos temas de los tiempo, todo es relativo....
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