Tal como se temía, la salida prevista para el día de hoy por la zona de Alto Campoo se suspende por estar de nuevo cubierto por la espesa niebla. De todas formas, como buenos previsores, ya teníamos previsto un “Plan B” por si el tiempo nos trastocaba los planes. Así que teníamos este recorrido que a continuación se describe, que parte de la localidad cantabra de Santoña, ya que las previsiones meteorológicas para este fin de semana eran más benévolas en la costa que en el interior. En esta suave circular vamos a disfrutar de unas excepcionales vistas costeras y de un bosque que parece que no ha sufrido cambios desde el Jurasico. Así que nos despedimos de Abiada y sus, hoy, ocultas montañas y nos desplazamos, dirección Gasteiz pero por la ruta de Bilbao, a la población costera de Santoña.
Mapa del Recorrido
Perfil del Recorrido
Itinerario
De Abiada nos dirigimos a Reinosa donde enlazamos con la A-67 dirección a Santander. En Torrelavega abandonamos ésta para tomar la A-8. La seguimos dirección Bilbao para salir en la salida 177. Aquí se toma la N-634 dirección Cicero y antes de llegar a esta población, en una bifurcación, abandonamos la carretera, que sigue a la izquierda, para cruzar la Ría de Escalante por la CA-241 y que nos lleva hasta el centro de Santoña. El vehículo lo podemos dejar lo más cercano posible al paseo marítimo.
Si se viene de otro punto de partida aquí arriba podéis calcular la ruta.
De Abiada nos dirigimos a Reinosa donde enlazamos con la A-67 dirección a Santander. En Torrelavega abandonamos ésta para tomar la A-8. La seguimos dirección Bilbao para salir en la salida 177. Aquí se toma la N-634 dirección Cicero y antes de llegar a esta población, en una bifurcación, abandonamos la carretera, que sigue a la izquierda, para cruzar la Ría de Escalante por la CA-241 y que nos lleva hasta el centro de Santoña. El vehículo lo podemos dejar lo más cercano posible al paseo marítimo.
Si se viene de otro punto de partida aquí arriba podéis calcular la ruta.
0,00 h. Paseo Marítimo
Iniciamos esta Circular desde el Paseo Marítimo de Santoña, más exactamente, desde las escaleras de acceso a Fuerte de San Martín. Se sube a la parte alta del fortín salimos a una calle. A la izquierda, se desciende al pueblo así que durante unos metros giramos a la derecha para volver a girar, ahora a la izquierda, en una curva de 180º. La calle de la derecha es la que vamos a utilizar para regresar a Santoña. Seguimos esta calle que asciende hasta una especie de collado cerca de Polvorín.
Iniciamos esta Circular desde el Paseo Marítimo de Santoña, más exactamente, desde las escaleras de acceso a Fuerte de San Martín. Se sube a la parte alta del fortín salimos a una calle. A la izquierda, se desciende al pueblo así que durante unos metros giramos a la derecha para volver a girar, ahora a la izquierda, en una curva de 180º. La calle de la derecha es la que vamos a utilizar para regresar a Santoña. Seguimos esta calle que asciende hasta una especie de collado cerca de Polvorín.
0,35 h. Polvorín/Desvío
En esta especie de collado encontramos una pista que se desvía a nuestra derecha, así que abandonamos la pista asfaltada, que desciende al Fuerte Mazo, y tomamos la que se dirige hacia el monte. Tras pasar una pared, sale otra pista, ahora herbosa, de nuevo a la derecha que también tomamos.
Un poco más adelante, al pasar junto a una vieja casa derruida, la pista se transforma en senda que unos metros después se bifurca.
Nosotros seguimos por el ramal de la derecha que por zona descubierta inicia un fuerte ascenso hasta la base rocosa de la cima. En la base rocosa de la cima de Buciero encontramos un paso tallado en la roca que nos da acceso a la cima.
En esta especie de collado encontramos una pista que se desvía a nuestra derecha, así que abandonamos la pista asfaltada, que desciende al Fuerte Mazo, y tomamos la que se dirige hacia el monte. Tras pasar una pared, sale otra pista, ahora herbosa, de nuevo a la derecha que también tomamos.
Un poco más adelante, al pasar junto a una vieja casa derruida, la pista se transforma en senda que unos metros después se bifurca.
Nosotros seguimos por el ramal de la derecha que por zona descubierta inicia un fuerte ascenso hasta la base rocosa de la cima. En la base rocosa de la cima de Buciero encontramos un paso tallado en la roca que nos da acceso a la cima.
1,05 h. Buciero
Una gran cruz nos dará la bienvenida a la cima de Buciero, donde descansaremos y disfrutaremos de sus vista.
El esfuerzo realizado para el ascenso es generosamente recompensado por la amplia panorámica que esta privilegiada atalaya nos ofrece de Santoña y sus marismas, así como de Picos de Europa y Alto Campoo.
Una gran cruz nos dará la bienvenida a la cima de Buciero, donde descansaremos y disfrutaremos de sus vista.
El esfuerzo realizado para el ascenso es generosamente recompensado por la amplia panorámica que esta privilegiada atalaya nos ofrece de Santoña y sus marismas, así como de Picos de Europa y Alto Campoo.
Panorámica Espléndidas vista sobre la ría del Asón, las marismas de Santoña, las playas de Salvé y Berria, las sierras cántabras y si el día está despejado los Picos de Europa.
También veremos, a nuestra derecha, el Penal del Dueso.
Tras disfrutar de las vistas se sigue el camino dejando atrás las Buciero y adentrándonos en de nuevo en el bosque.
Vamos a seguir un marcado sendero que tras un breve y leve descenso nos lleva hasta un cruce marcado por un poste direccional.
También veremos, a nuestra derecha, el Penal del Dueso.
Tras disfrutar de las vistas se sigue el camino dejando atrás las Buciero y adentrándonos en de nuevo en el bosque.
Vamos a seguir un marcado sendero que tras un breve y leve descenso nos lleva hasta un cruce marcado por un poste direccional.
1,15 h. Cruce
En este cruce, en lo que parece un collado, se sigue a la izquierda dirección a Ganzo. La senda nos acercar a la rocosa cima de Ganzo, que al igual que ocurriera con Buciero, también tiene una zona en el roquedo que hay que bordear para acceder a la cima.
En este cruce, en lo que parece un collado, se sigue a la izquierda dirección a Ganzo. La senda nos acercar a la rocosa cima de Ganzo, que al igual que ocurriera con Buciero, también tiene una zona en el roquedo que hay que bordear para acceder a la cima.
1,25 h. Peña Ganzo
Al contrario que ocurriera con Buciero, la cima de Peña Ganzo carece de panorámica reseñable ya que el bosque llega hasta el mismo vértice geodésico por lo que apenas se ve más allá de las copas de éstos. Acaso, si el día es despejado, las lejanas cimas de Picos de Europa.
Tan sólo en perfectamente visible la cercana cima de Buciero. Así que regresamos por el mismo camino hasta el cruce situado entre ambas cimas.
Llegados de nuevo al cruce giramos a la izquierda, dejando a la derecha la senda que nos a traído desde Buciero. En apenas dos minutos salimos del bosque para caminar por una zona despejada desde donde obtendremos mejores vista que de la cima de Peña Ganzo.
En continuo descenso y sin perdida alguna se llega a un nuevo cruce nada más volver a entrar en el bosque.
Al contrario que ocurriera con Buciero, la cima de Peña Ganzo carece de panorámica reseñable ya que el bosque llega hasta el mismo vértice geodésico por lo que apenas se ve más allá de las copas de éstos. Acaso, si el día es despejado, las lejanas cimas de Picos de Europa.
Tan sólo en perfectamente visible la cercana cima de Buciero. Así que regresamos por el mismo camino hasta el cruce situado entre ambas cimas.
Llegados de nuevo al cruce giramos a la izquierda, dejando a la derecha la senda que nos a traído desde Buciero. En apenas dos minutos salimos del bosque para caminar por una zona despejada desde donde obtendremos mejores vista que de la cima de Peña Ganzo.
En continuo descenso y sin perdida alguna se llega a un nuevo cruce nada más volver a entrar en el bosque.
1,40 h. Cruce
En este cruce seguimos la senda principal que gira a la izquierda. Caminaremos maravillados por la exuberante vegetación cruzando el “Valle de los Avellanos”
El abandono de la mina permitió que las especies atlánticas, más adaptadas a las condiciones climáticas actuales, sustituyeran en gran medida a la vegetación preexistente de carácter mediterráneo (encinar, relicto). Sobresale el avellano, especie colonizadora por excelencia y que en esta dolina ha conformado un peculiar “valle”. También observaremos otras especies atlánticas como el roble, el haya y el acebo. Cinco minutos después pasaremos por una antigua mina de hierro a cielo abierto de principio de siglo XX. Un bonito pasillo rocoso, tallado en su día para el acceso a la mina, nos guía en apenas tres minutos a los acantilados, cerca de Punta Fraile.
En este cruce seguimos la senda principal que gira a la izquierda. Caminaremos maravillados por la exuberante vegetación cruzando el “Valle de los Avellanos”
El abandono de la mina permitió que las especies atlánticas, más adaptadas a las condiciones climáticas actuales, sustituyeran en gran medida a la vegetación preexistente de carácter mediterráneo (encinar, relicto). Sobresale el avellano, especie colonizadora por excelencia y que en esta dolina ha conformado un peculiar “valle”. También observaremos otras especies atlánticas como el roble, el haya y el acebo. Cinco minutos después pasaremos por una antigua mina de hierro a cielo abierto de principio de siglo XX. Un bonito pasillo rocoso, tallado en su día para el acceso a la mina, nos guía en apenas tres minutos a los acantilados, cerca de Punta Fraile.
2,05 h. Cruce/Punta Fraile
Salimos de la belleza de este bosque atlántico para encontrarnos con los cortados. Ahora la luz nos invade y la vista se pierde en el horizonte. Estamos en la parte final del recorrido. Ya tan sólo queda seguir a nuestra derecha el amplio camino que, siguiendo la línea de la costa, nos retorna de nuevo a Santoña.
Salimos de la belleza de este bosque atlántico para encontrarnos con los cortados. Ahora la luz nos invade y la vista se pierde en el horizonte. Estamos en la parte final del recorrido. Ya tan sólo queda seguir a nuestra derecha el amplio camino que, siguiendo la línea de la costa, nos retorna de nuevo a Santoña.
2,30 h. Fuerte San Martín/Santoña
Con la llegada al Fuerte de San Martín se da por terminada esta interesante circular por una zona muy masificada de visitantes (.... en especial la costera) y algo desconocida como el monte Buciero y Peña Ganzo y su magnífico bosque. El fuerte de San Martín fue construido a comienzo del siglo XVII y en la actualidad a dejado sus fines militares para convertirse, tras su rehabilitación, en un centro de exposiciones.
Con la llegada al Fuerte de San Martín se da por terminada esta interesante circular por una zona muy masificada de visitantes (.... en especial la costera) y algo desconocida como el monte Buciero y Peña Ganzo y su magnífico bosque. El fuerte de San Martín fue construido a comienzo del siglo XVII y en la actualidad a dejado sus fines militares para convertirse, tras su rehabilitación, en un centro de exposiciones.
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